Ha venido a nuestro colegio una imagen de la Nuestra Señora de Fourvière. Es una presencia discreta, pero muy importante. Solo dos días ha estado con nosotros, pero todas las clases del colegio hemos pasado a saludarla, a rezarle, a darle gracias.
Hace 200 años, un grupo de jóvenes sacerdotes (entre los que se encontraba Marcelino Champagnat), al día siguiente de su ordenación sacerdotal, acudieron a un santuario mariano de Nuestra Señora de Fourvière para ofrecer a la Virgen su proyecto de renovación para la Iglesia. Al terminar su formación en el Seminario de Lyon, este grupo de jóvenes sacerdotes acudieron al santuario de Nª Sª de Fourvière decididos a fundar la Sociedad de María.
Querían mostrar una Iglesia con rostro mariano:
· Donde se acoge a todos y se les recibe como en su misma familia.
· Una Iglesia que se siente al servicio de las personas, en especial de los más débiles, los niños.
· Donde hay una actitud de escucha de la Palabra de Dios al igual que hizo María.
En este año Fourvière, ante la imagen de la Virgen, nos hemos sentido un poco más Maristas de Champagnat.
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